Desde 1997
Sena de Luna es un pequeño y bonito pueblo leonés de casas hidalgas de piedra bien conservadas, en la montaña occidental leonesa, -Cordillera Cantábrica- y a 1.150 mtrs. de altitud. Su extensa vega bañada por el río Luna, sus peñas calizas y sus bosques de piorno, aulagas, roble, abedúl y alguna que otra sabina, rellenan los alrededores. A una distancia de 7 kms. de la salida de la autopista AP-66 que conecta León con Asturias, es la cabecera de un ayuntamiento de 8 municipios que conforman la zona alta de la comarca de Luna -Luna de Suso-.
En un valle de leyenda, vigilados por Peña Ubiña (2.417 mtrs.) -una de las mayores alturas de la Cordillera Cantábrica-, con muchos dosmiles que coronar, bañados por el truchero río Luna que da nombre al valle y a la comarca y apellidos a muchos de sus pueblos, dentro del Parque Natural de Babia y Luna y de la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, a las puertas del Embalse de los Barrios de Luna por el oeste y de la comarca de Babia por el este y protegidos por las peñas calizas que nos separan de Asturias por el norte, se ubica nuestra casa.
Este vigoroso edificio de piedra, promovido con fines filantrópicos a principios del siglo pasado y financiado por los hijos del pueblo, se creó para inculcar a los 'nenos' del lugar el conocimiento que marcará sus destinos. En 1997, después de muchos años de inactividad, nosotros, sus pobladores permanentes, la convertimos en el Hotel Rural que hoy es, con un tremendo respeto a su estructura, sus elementos fundamentales y su material, utilizando siempre materias nobles, naturales y respetuosas con la casa, el medio natural y sus habitantes.
Esta casa, nuestra y vuestra, dispone de varios espacios perfectamente definidos. En el exterior, un extenso jardín y una zona de aparcamiento privados. En el interior, la planta baja arranca con un hall de entrada convertido en recepción; un amplio salón con chimenea, biblioteca y juegos de mesa; una sala multiusos de TV, reuniones de empresa o talleres de todo tipo; una zona de comedor donde realizar desayunos, comidas y cenas; unos baños comunes y una habitación accesible. El resto de habitaciones se distribuyen entre la primera planta y la abuhardillada.
Otros servicios a tener en cuenta son la sauna, juegos de jardín y de mesa, además de wifi gratis.
El hotel rural consta de 18 habitaciones totalmente equipadas, con baño y calefacción central, con una capacidad total para 40 alojados. En la planta baja se ubica una habitación doble accesible. En la primera planta se ubican otras 12 habitaciones de diferentes tamaños, individuales, dobles y triples, todas con ventanas al exterior de la casa. En la segunda planta, abuhardillada, además de una pequeña sauna finlandesa, se encuentran el resto de las habitaciones, en su mayoría las más amplias de la casa, pensadas fundamentalmente para familias, una de ellas convertida en un pequeño apartamento con dos habitaciones dobles y salón propio.
Se trata de un servicio exclusivo para las personas alojadas, lo que garantiza una mayor tranquilidad.
El desayuno está incluido en el alojamiento.
La comida y la cena son servicios disponibles siempre y se realizarán previo aviso o reserva.
Y para los que desean pasar el día sin demasiado contacto con la civilización también disponemos de servicio de pic-nic.
En casos excepcionales, cuando se trata de comidas de trabajo o celebraciones, se realizan comidas de grupo fuera del ámbito de las personas alojadas y solo serán comidas de mediodía, salvo que las circunstancias permitan su realización nocturna
Cuando a mediados de los noventa nos planteamos realizar un proyecto de vida, teníamos claro algunas cuestiones: que lo íbamos a desarrolar en la provincia de León, que estaría ubicado en un medio rural de montaña y que tendría muy presente el respeto al medio natural.
Embriagarnos de estas tierras medioambientalmente privilegiadas para integrarnos sin dañarlas, el incentivo de luchar por un medio rural cada día más denostado y olvidado y las ganas de dar a conocer una provincia tan bella y variada como desconocida, hace que ya llevemos más de 20 años disfrutando de una actividad que nos permite realizar todos nuestros propósitos en una zona tan espléndida como la que nos encontramos. Si a eso le añadimos lo estupendo que es encontrarse por el camino a las personas tan sensibles y cordiales que se han acercado hasta esta casa, no hay duda de que estamos obteniendo el resultado esperado con creces.
No nos gustaría que la cocina pudiera parecer un servicio menor y nuestra apuesta en este apartado es por una cocina casera, de mercado, diaria y actual, intentando conjugar el producto tradicional con un estilo moderno y de fusión con otras culturas, muy acorde con nuestra forma de entender la vida. Utilizamos productos frescos y de temporada en su mayoría, somos concientes de que la salud tiene mucho que ver con la alimentación y utilizamos productos saludables, bio en algunas ocasiones y, además, intentamos que algunos productos que están a nuestra disposición sean de comercio justo.
Las elaboraciones caseras comienzan en los desayunos, con las reposterías, los panes, las mermeladas, los dulces de membrillo o manzana, el hummus, siempre acompañados de frutas frescas, cereales, frutos secos, zumos, productos del territorio como embutidos y quesos,
Las comidas y las cenas, un menú diario equilibrado y siempre diferente para los días de estancia, acompañarán a los viajeros que quieren descubrir una cocina acorde al resto de los servicios disfrutados.
Como ya hemos expresado con anterioridad, nos encontramos en un medio natural privilegiado que forma parte de un Parque Natural y de una Reserva de la Biosfera, además de contar con otras figuras de protección del medio natural. Su flora y fauna, sus cumbres, sus zonas húmedas -embalse, ríos y lagos glaciares- sus plácidos paseos, las rutas señalizadas, sus cielos nocturnos, sus gentes, la comida tradicional, la buena comunicación y ubicación para visitar otros territorios de la provincia, permiten al viajero deseoso de tranquilidad encontrar en estas tierras un paradigma del sosiego buscado, así como un buen punto para recorrer la provincia.
El excelso paisaje pone a nuestra vista en esta comarca el sabinar más occidental de Europa, abriéndose camino en la roca caliza donde otras especies no pueden desterrarlo, situadas en una de las zonas geológicas del cámbrico más importantes de este país. No es muy complicado divisar corzos en las zonas de bosque o matorral y rebecos en sus peñas calizas. Más difíciles de localizar, el oso pardo y el lobo corretean por entornos inmediatos. Y no muy lejos, los urogallos aumentan su población año tras año en nuestras comarcas limítrofes.
Sentirse un privilegiado es un sentimiento que podemos recuperar paseando por cualquier rincón de estas tierras.
A lo largo de estas tierras existen un buen número de rutas señalizadas, siempre pensadas para realizar a pié o en bici, con diferentes dificultades y en entornos muy variados. De todas ellas podemos encontrar documentación en nuestra casa.
Además existen algunas rutas temáticas como puntos de interés geológico u ornitológico que pueden incluso descargarse en el móvil a través de una aplicación.
Y si no fueran suficientes, os podemos contar otras posibilidades para realizar a pié, en bici o en coche o bien contactando con empresas de turismo activo para que os sirvan de guías.
No nos podemos olvidar de nuestros pueblos anegados por el pantano, que asoman sus ruinas todos los veranos para invitarnos a pasear entre sus calles de piel cuarteada.
Nuestra casa se encuentra bastante centrada en el norte de la provincia, lo cual permite moverse por toda la montaña leonesa con relativa facilidad. Las vías de comunicación tranversales no son las más rápidas, quizás como invitación a que disfrutemos de sus paisajes. En poco tiempo podremos visitar nuestras bellas comarcas cercanas como Babia -con el nacimiento del Sil-, Gordón -con sus hayedos-, Omaña -con sus abedulares, escondite de urogallos- y Laciana -con sus frondosos bosques mixtos autóctonos, refugio de osos pardos-. Sin dedicar más de una hora de viaje podremos visitar zonas como las fastuosas Cuevas de Valporquero -nunca suficientemente valoradas-, las hoces de Vegacervera o las de Valdeteja o las estaciones de esquí de Pajares o Leitariegos. Algo más de tiempo nos llevará situarnos en Las Médulas, La Maragatería -con la ciudad de Astorga-, La Cabrera, los Ancares o Riaño. Y desde este último punto podremos recorrer los Picos de Europa leoneses, con sus valles de Valdeón y de Sajambre.
La buena comunición norte-sur a través de la autopista AP-66 que une León con Asturias, nos permite visitar las ciudades de nuestro entorno en un tiempo no superior a los 45 minutos.
León, con su Catedral, la basílica de S. Isidoro, su casco antiguo con sus murallas y el Barrio Húmedo para alternar vinos y tapas es una excelente opción para no renunciar al capítulo urbanita de nuestras vacaciones.
Oviedo, a una distancia similar, es otra de las opciones para no echar de menos la algarabía de la ciudad.
Y si lo que queremos es ver el mar, en menos de 1 hora estaremos viendo las playas de Gijón y alrededores.
Por proximidad y belleza no podemos olvidarnos de nuestros vecinos asturianos. Desde nuestra casa podemos acceder en poco tiempo a los puertos de Ventana y de Somiedo que, sin contar con la autopista, son los puntos más cercanos a estas tierras vecinas y en las que también podemos planificar unos cuantos paseos singulares. Por pista y también en las inmediaciones, podremos asomarnos a estas tierras a través de La Farrapona o del Puerto de Pinos.
Dentro del territorio podemos visitar algunos centros de interpretación o museos que nos permitirán conocer un poco mejor estas tierras y, si es menester, recogernos de lluvias o fríos: el Centro de interpretación del Parque Natural, el Museo del Pastor, el Museo del Cámbrico, el Centro de interpretación del Urogallo, ... son algunas de las propuestas.
Además en la zona contamos con un Centro BTT en cuya sede se pueden alquilar bicicletas de montaña y raquetas de nieve. Y en el valle vecino podemos contratar actividades con una empresa de turismo activo.
También estamos a menos de 15 minutos del único balneario abierto de la provincia.
Y finalmente podemos disfrutar en la zona de algunos productos artesanos como mermeladas, miel, embutidos y una de las propuestas más originales del territorio como son los productos de cosmética natural con aguas termales de nuestros vecinos Esencias de Luna.
No importa si fue una mañana fría, una tarde templada o una noche estrellada, la cuestión es que a mediados de los años 50 del siglo pasado, la sinrazón de la razón económica condenó a 16 poblaciones del valle de Luna, más de 1.500 pobladores, al desarraigo y al olvido. El pantano de Los Barrios de Luna inundó Casasola, La Venta de la Canela, Campo de Luna, Cosera, Lagüelles, Láncara, Las Ventas de Mallo, Miñera, El Molinón, Oblanca, S. Pedro de Luna, Trabanco y Truva, y tres fueron abandonadas por quedar sin el terreno que les permitía la subsistencia, Arévalo, Mirantes de Luna y Santa Eulalia de las Manzanas. Hoy el Valle de Luna, con una herida abierta desde entonces, da vida con sus aguas a una amplia zona de pueblos del sur de la provincia. Matar para dar vida, una extraña justificación.
Sirva de homenaje a aquéllos que dejaron antepasados, raíces, sueños, enseres, futuro, recuerdos y seguramente una parte de vida y dignidad en estas maravillosas tierras leonesas.
Dirección:
C/ Magistrado Quirós, 24
Sena de Luna
24145 León
España
Teléfonos:
+34 987 597 767
+34 685 891 527
e-mail: turismorural@diasdeluna.com
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